Pequeños cambios positivos para tu vida.

Durante años fui una persona que me exigía mucho, perfeccionista, los resultados me desagradaban, me criticaba a mi mismo de forma negativa, vivía amargado.

Es por eso que quiero compartir contigo lo que aprendí a través de los años, lo que me ayudó a tener una vida más armónica y poder dar lo mejor de mí sin afectar mi salud y mi ser interior. Varias veces toqué fondo, mas no sabía cómo salir adelante, pero, poco a poco conforme resolvía mis problemáticas, aprendía cómo llevar una vida más amigable.

En este curso se aprende a ir más allá de los objetivos, a dar lo mejor de ti mismo sin llegar a los excesos, es decir,  respetándote a ti mismo y demostrándote amor, creciendo a tu propio ritmo, a un ritmo adecuado que te permita disfrutar tu crecimiento personal.

Uno de los problemas que pueden tener las personas perfeccionistas, es que en muchas ocasiones son duras consigo mismas. Es bueno ser exigente y dar lo mejor, mas, también es importante que dichas exigencias no afecten tu salud mental, física y espiritual.

El saber escuchar a las personas es otro punto clave en las relaciones interpersonales, si etiquetas a las personas antes de observarlas y escucharlas, antes de conocerlas, pierdes oportunidades de conocer personas que pueden aportar momentos valiosos en tu vida.

Se narra lo que no se encuentra en libros, con historias reales, con el objetivo de exponer los temas propuestos.

Es de utilidad el contenido, en los momentos en que los resultados no son lo mejores, o cuando eres una persona muy exigente. Para que conozcas cuáles pueden ser los riesgos de vivir así.